Mi experiencia Misionera en el Chad es el relato de nuestra hermana misionera Florencia BIAMA, el cual queremos compartir con todos vosotros en este 25 de mayo, DIA INTERNACIONAL DE ÁFRICA.
¡Queridas hermanas en Cristo Jesús!
Es una alegría para mi compartir con ustedes esta hermosa experiencia de vida Misionera. Pero antes que nada agradezco a Dios por Su llamado en la vida Religiosa, especialmente en nuestra congregación como Misioneros de Cristo Jesús. Una vez más agradezco a Dios por las experiencias que tengo con Él a través
de la vida diaria en la comunidad, mis oraciones diarias y la Misión. A través de estas tres dimensiones que me ayudan más y más a profundizar mi relación con Él, conmigo mismo y con los demás.
Llegué al Chad el 23 de marzo de 2022 y permanecí tres meses en la comunidad de Yamena antes de unirme a mi comunidad de destino en Ba-illi. Y de verdad que el calor estaba en la instaurado (hay épocas de fuerte calor en el país puede llegar hasta 50º) es una dificultad que tuve que afrontar, pero nunca la he visto como un obstáculo para vivir con alegría mi primera misión después del noviciado. Y que comprendí bien que lo que es difícil no es imposible.
¿Qué hice durante estos meses en N’Djamena?
- Dos veces por semana iba al CEDIRAA (Centro Diocesano de recuperación de alcohólicos) para enseñarles un oficio que les ayudara a vivir bien, y allí comprendí las consecuencias del consumo excesivo del alcohol.
- Una vez a la semana iba a la cárcel para visitar a los presos y participar con ellos en la Eucaristía.
Para mí el apostolado en estos lugares me dio mucha alegría al descubrir también el rostro de Cristo sufriendo en estas personas que necesitan de nuestra atención especial. Enviándome ahí comprendí que mi presencia alivió a muchas personas en este ambiente; fue para mí y para ellos una
fuente de alegría y paz.
Después de 3 meses fui a incorporarme a mi comunidad de Ba-illi donde estaba realmente destinada, pero, llegué durante la época de lluvias y vacaciones; durante la época de lluvias las actividades son muy limitadas, toda la gente aprovecha para hacer los campos y eso supone suspender de todo lo demás (Actividad pastoral, escuela…)
Escuela Infantil San Francisco Javier Abéché
Debido a la falta de actividades, me dediqué a visitar a los enfermos y a rezar con ellos, y esto me ayudó mucho a conocer la cultura de la zona. Y después de 3 meses recibí otra asignación para una nueva comunidad de la que ahora soy miembro; mi actividad principal es la enseñanza en la Escuela Infantil San Francisco Javier de Abéché.
Al principio la tarea no fue fácil, pero poco a poco empecé a sentir una gran alegría al acompañar a los niños y hoy siento una gran satisfacción al poder colaborar en la enseñanza de los pequeños. Además de esta actividad de la escuela infantil, colaboro como segunda responsable en la coordinación de
los jóvenes. Y es que me estoy dando cuenta de que los jóvenes necesitan ser escuchados y tener puntos de referencia para orientar su vida. Cuando repaso los lugares que he visitado después de mi noviciado, me doy cuenta de que estoy entendiendo lo que dicen nuestras constituciones, sobre todo
en el primer capítulo.
Aquí parte de lo que he ido viviendo desde que acabe mi noviciado, pronto les seguiré compartiendo más.
Florencia BIAMA
Misionera de Cristo Jesús
Comunidad de Abéché (Chad)
Gracias hermana por compartir con todos nosotros tu experiencia misionera, estamos deseando coconocer más detalles.
Puedes ver más actividades, eventos y experiencias en nuestro BOLETIN de abril-mayo.